En nuestra carnicería seleccionamos cada pieza con el máximo cuidado, y esta panceta fresca no es una excepción. Procede de cerdos criados en Galicia con una alimentación rica en castañas, lo que le aporta una textura especialmente melosa y un sabor suave con un toque dulce muy característico.
Este tipo de crianza tradicional, más lenta y respetuosa, se nota desde el primer corte: la grasa se funde con facilidad y la carne conserva toda su jugosidad, ideal para preparar a la plancha, al horno o en brasas. Ya sea para unos torreznos, una receta al estilo casero o una barbacoa entre amigos, esta panceta es puro sabor de pueblo, como nos gusta.
Nosotros apostamos por productos que respetan los ritmos naturales, que nacen de un entorno cuidado y que, al llegar a tu mesa, cuentan una historia. Y esta panceta, con su origen gallego y su crianza con castañas, es exactamente eso: sabor auténtico con raíces.